En uno de sus valles recorrido por el río Iregua, está el Camero Nuevo, tierra de bosques, pastizales, cumbres y pequeños valles, donde se sitúan 13 pueblos con historia, tradiciones y leyendas, que siglos atrás se agruparon bajo la denominación de Hermandad de las 13 Villas.
Esta localidad continúa con la actividad ganadera como fuente de sus recursos. Las tareas propias del ganado lanar se completan con la presencia de ganado vacuno.
Las laderas de su jurisdicción han sido pastizales de gran calidad aprovechados en el pasado, también con rebaños trashumantes, que llegaban al lugar a través de la cañada.
En su término, se observan chozos pastoriles así como corrales y tenadas que denotan la importancia de esta actividad en el pasado. Algunas de sus ermitas fueron también enclaves de importancia ganadera.