En uno de sus valles recorrido por el río Iregua, está el Camero Nuevo, tierra de bosques, pastizales, cumbres y pequeños valles, donde se sitúan 13 pueblos con historia, tradiciones y leyendas, que siglos atrás se agruparon bajo la denominación de Hermandad de las 13 Villas.
Ortigosa con sus aldeas, poseía en el siglo XVIII, 40.000 cabezas de ganado lanar trashumante. Y dicen los documentos que: se servían de la lana de sus ganados merinos trashumantes, lavándola en lavaderos de la misma villa…Tenían treinta telares… diez tintes, seis tableros para tundir, seis prensas, once perchas y cuatro ruedas de batán, y en todas estas oficinas, incluso los telares, trabajaban hasta ciento setenta personas.
Esta actividad textil va decayendo hasta que la creación del embalse hace cerrar las dos únicas industrias restantes, situadas en las márgenes del río para aprovechar la fuerza hidráulica, a finales de los años 1950.