En uno de sus valles recorrido por el río Iregua, está el Camero Nuevo, tierra de bosques, pastizales, cumbres y pequeños valles, donde se sitúan 13 pueblos con historia, tradiciones y leyendas, que siglos atrás se agruparon bajo la denominación de Hermandad de las 13 Villas.
El río Iregua ha proporcionado alimentos y ocio a los serranos. Pocos ya recuerdan los buenos platos de cangrejos con fritada picante de tomate, que ya forman parte de la historia.
En época de truchas, con muy diferentes métodos de pesca, se obtenían estos alimentos que se comían fritos con tocinos y pancetas. Para su conservación, se preparaban avinagrados escabeches que junto con verduras como puerro y zanahoria se guardaban en orzas de barro durante meses.
Otros pescados como loinas, cachuelos, bobos y madrillas, se hacían fritos en las épocas de abundancia, que hoy son solamente un recuerdo. En la actualidad, un pincho de trucha hace furor en el tapeo de la calle Laurel de Logroño, mientras en Villanueva en una fachada el pintor se entretuvo en reflejar su abundante pesca en un muro.