En uno de sus valles recorrido por el río Iregua, está el Camero Nuevo, tierra de bosques, pastizales, cumbres y pequeños valles, donde se sitúan 13 pueblos con historia, tradiciones y leyendas, que siglos atrás se agruparon bajo la denominación de Hermandad de las 13 Villas.
Un edificio adosado al templo, servía para recolectar los diezmos que los habitantes del lugar pagaban a su parroquia. Esos espacios llamados hórreos o cillas eran habituales en cada pueblo.
A partir de su restauración, el hórreo de Pradillo se ha convertido en un espacio dinámico desde el punto de vista turístico y cultural. En él, se alberga la Oficina de Turismo de Cameros, que ofrece información a los turistas que acuden a la comarca y, además, se realizan actividades culturales relacionadas con los valores patrimoniales cameranos.