En uno de sus valles recorrido por el río Iregua, está el Camero Nuevo, tierra de bosques, pastizales, cumbres y pequeños valles, donde se sitúan 13 pueblos con historia, tradiciones y leyendas, que siglos atrás se agruparon bajo la denominación de Hermandad de las 13 Villas.
Desde época medieval se cita la existencia dentro de la sierra, de un monasterio dedicado a Nª Sra. de Castejón, que fue donado en 1151 a la catedral de Calahorra, por Sancho el Deseado. Sobre este lugar sagrado se recuerda un milagro que vincula la actividad ganadera con los elementos sagrados. Según la leyenda, fue robado un cencerro de una vaca del santuario, y colocado en una vaca ajena, que fue a postrarse a las puertas del monasterio haciendo sonar su cencerro robado.
Los santuarios, ermitas, e incluso las cofradías cameranas eran propietarios de rebaños, algunos de los cuales descendían a Extremadura en época invernal.