En uno de sus valles recorrido por el río Iregua, está el Camero Nuevo, tierra de bosques, pastizales, cumbres y pequeños valles, donde se sitúan 13 pueblos con historia, tradiciones y leyendas, que siglos atrás se agruparon bajo la denominación de Hermandad de las 13 Villas.
La fuente junto con el lavadero eran elementos imprescindibles antes de la llegada del suministro de agua a los domicilios. Además constituían un espacio social de trabajo y de reunión. La Fuente de la Iglesia, situada en la parte alta del pueblo, fue construida en el año 1773 por Juan José Martínez de Robledo, y reformada un siglo después.
El Lavadero, otra institución necesaria en la vida familiar de los Cameros y que sustituyó al lavado de la ropa que se realizaba en las orillas del río Santos, se sitúa junto a la fuente. Era un espacio femenino donde se conocían las historias locales y las noticias por tradición oral. Ha sido restaurado recientemente y ha perdido las losas del lavado y los apoyos para realizar la costosa tarea, hoy olvidada.
Los espacios del agua: nacederos, arcas de distribución, conducciones y fuentes eran conservados por todos los vecinos mediante el sistema de aportación laboral llamada ‘vereda’ que servía para limpiar y mantener estos servicios de forma comunal.