En uno de sus valles recorrido por el río Iregua, está el Camero Nuevo, tierra de bosques, pastizales, cumbres y pequeños valles, donde se sitúan 13 pueblos con historia, tradiciones y leyendas, que siglos atrás se agruparon bajo la denominación de Hermandad de las 13 Villas.
La calle de los Portales debe su nombre a las construcciones que protegían a los viandantes y eran espacio de reunión invernal, y también estival, a la fresca sombra de los soportales.
En ella, se erigen edificios con su planta inferior en piedra de sillería o de mampostería protegida por esquineros de piedra sillar. En sus plantas superiores el adobe entramado por madera y aspas de troncos, levanta las paredes más altas, hasta la cubierta de teja árabe muchas veces sostenida bajo piedras, para protegerla del viento.