En uno de sus valles recorrido por el río Iregua, está el Camero Nuevo, tierra de bosques, pastizales, cumbres y pequeños valles, donde se sitúan 13 pueblos con historia, tradiciones y leyendas, que siglos atrás se agruparon bajo la denominación de Hermandad de las 13 Villas.
La urbanización se dispone en altura sobre una ladera soleada y se accede por cuestas y escaleras. Conviven varias tipologías de construcción:
La arquitectura popular que aprovecha la mampostería en la planta baja y con entramados de madera sustenta el piso superior de adobe, ladrillo o piedra. El acceso se realiza mediante puertas con arcos de medio punto en piedra de sillería.
Por otra parte, los edificios de gran porte con escudos adornando sus fachadas, de familias ilustres con apellidos cameranos pertenecientes al Solar de Tejada.
Y por último y como construcción más destacada, las casas construidas por los emigrantes del lugar que viajaron a Chile y Argentina a comienzos del siglo XX y que han dejado su impronta como “casas de indianos”.